El Manx es una raza de gato doméstico que destaca por su falta de cola o por tener una cola muy corta, resultado de una mutación genética natural. Este defecto puede tener repercusiones en su salud. Por lo demás, tienen una apariencia robusta y su pelaje es denso y de cualquier color. Su comportamiento es afable y cariñoso.
Detalles generales
Los gatos Manx son de tamaño mediano a grande, con los machos típicamente pesando entre 4 y 5.5 kilogramos y las hembras entre 3.5 y 5 kilogramos. Miden aproximadamente 25 a 30 centímetros de altura y tienen una longitud corporal de unos 35 a 40 centímetros, sin contar la cola porque, además, no tienen. En condiciones normales, pueden vivir entre 14 y 16 años. Esta raza está reconocida por asociaciones como la Asociación Internacional de Gatos (TICA) y la Asociación de Criadores de Gatos (CFA).
Breve historia de la raza
El Manx tiene sus orígenes en la Isla de Man, situada en el Mar de Irlanda, donde ha existido durante siglos. Esto le hace una de las razas de gatos más antiguas. La característica falta de cola es el resultado de una mutación genética natural que se propagó entre la población de gatos de la isla. Se cree que proviene del gato británico de pelo corto, que en algún momento desarrolló la mutación, y la reproducción endogámica derivó en la nueva raza. El cómo llegaron los primeros gatos a la isla es un misterio. La raza fue reconocida oficialmente en el siglo XIX. Los Manx fueron una de las primeras razas en ser exhibidas en concursos felinos.
Características de la raza
El Manx es una raza de tamaño mediano a grande con un cuerpo robusto y musculoso. Sus ojos son grandes, redondos y pueden ser de diversos colores, lo que les da una expresión alerta y vivaz. Las orejas son de tamaño mediano, con puntas ligeramente redondeadas. Tienen las patas traseras más largas que las delanteras. La característica más distintiva del Manx es la falta de cola, aunque algunos pueden tener una cola corta. El pelaje del Manx puede ser corto o semilargo, y es denso y suave al tacto, con doble capa. Los colores y patrones del pelaje son variados, con todas las combinaciones posibles en gatos, debido a los frecuentes cruces que se han realizado con otras razas. Los Manx son conocidos por su temperamento tranquilo y afectuoso. Disfrutan de la compañía humana y se llevan bien con otras mascotas. Son gatos activos y juguetones que disfrutan explorando su entorno y participando en juegos interactivos, aunque son menos ágiles que otras razas y están mejor dentro de casa que fuera.
Enfermedades comunes
El Manx es generalmente una raza saludable, pero su mutación genética no solo causa ausencia de cola, sino que puede llevar a importantes alteraciones de la columna vertebral. Pueden sufrir artritis desde jóvenes. La zona anal puede estrecharse y provocar obstrucciones intestinales.
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