El gato Burmés, originario de Birmania, fue introducido en los Estados Unidos en la década de 1930, donde se desarrolló la raza moderna. Destacan por su cuerpo compacto y musculoso, pelaje corto y brillante, y ojos grandes y dorados. Son cariñosos y sociables, afectuosos con sus dueños.
Detalles generales
La raza Burmés es de tamaño mediano a grande, pesando los machos entre 4 y 6 kilogramos y las hembras entre 3 y 4.5 kilogramos. Presentan una altura de 25 a 30 centímetros y una longitud de aproximadamente 30 a 40 centímetros. Tienen una esperanza de vida que varía entre 12 y 16 años. Esta raza está reconocida por asociaciones como la Asociación Internacional de Gatos (TICA) y la Asociación de Criadores de Gatos (CFA).
Breve historia de la raza
El gato Burmés tiene sus orígenes en Birmania, donde se conocía como una raza distintiva. En Asia es conocido bajo su nombre tailandés: Maeo Thong Daeng. En la década de 1930, un gato Burmés fue llevado a los Estados Unidos por el Dr. Joseph Thompson. Este gato fue el punto de partida para el desarrollo de la raza moderna a través de un programa de cría con gatos siameses. El resultado fue una raza con un cuerpo más compacto y musculoso, así como un pelaje corto y brillante. La raza fue reconocida oficialmente por diversas asociaciones felinas a mediados del siglo XX y desde entonces ha ganado popularidad en todo el mundo.
Características de la raza
El gato Burmés se caracteriza por su cuerpo compacto y musculoso, con patas fuertes y de longitud media. La cabeza es redondeada con un perfil corto y ancho. Los ojos son grandes, expresivos y generalmente de color amarillo dorado, lo que les da una mirada penetrante. Las orejas son de tamaño mediano, ligeramente redondeadas en las puntas. La cola es de longitud media, recta y con una punta redondeada. Su pelaje es corto, brillante y satinado, con una textura muy suave al tacto. Los colores del pelaje pueden variar, aunque los más comunes son el marrón oscuro, el beige claro, el azul y el platino. En cuanto al temperamento, los gatos Burmés son conocidos por ser cariñosos, sociables y muy apegados a sus dueños.
Enfermedades comunes
Los gatos Burmés, aunque generalmente saludables, tienen la variabilidad genética más baja de las razas de gatos modernas, por ello pueden ser más propensos a ciertas enfermedades comunes, como el síndrome vestibular congénito, la diabetes mellitus, la enfermedad periodontal, la hipocalemia, el síndrome de hiperestesia felina y la miocardiopatía hipertrófica.
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